viernes, 22 de agosto de 2014

Ultimate Girls - Tetitas, Tetona y La Loli.

Me disponía a hacer un chiste sobre los Power Rangers hasta que he recordado que ya lo hice.
De izquierda a derecha, Tetona, Tetitas y La Loli. Y no porque lo diga yo.
Ultimate Girls 
2005
12 episodios.
13 min./episodio
Comedia, ecchi, magia, sci-fi
Producido por: m.o.e., Media Blasters
Durante un ataque de un monstruo en la ciudad, que es algo que sucede muy a menudo, Silk y sus dos amigas tratan de acercarse al monstruo atacante para poder verlo mejor. Una desafortunada elección a la hora de buscar un sitio desde el que observar conduce a UFO-man, protector gigante de la ciudad, a aplastar a las chicas, causándoles la muerte. Sintiendo lástima, UFO-man al monstruo de sus muertes y promete traer a Silk y sus amigas de vuelta a la vida prestándoles su poder, pero el problema es que ahora tienen que convertirse en las protectoras de la ciudad.


Tengo que reconocerlo: en comparación con otras cosas que he sacado por aquí, esta no está mal del todo. Su animación, dentro de lo que cabe, es aceptable, y no parece tomarse demasiado en serio a si misma.

Pero hay pequeños detalles que me han llevado a pensar que esto no es si no una excusa para sacar fanservice. Como hablar de lo bueno no es tan divertido, y si yo hablo de fanservice también a lo mejor hasta tengo una avalancha de visitas, pongamos una vez más los dos rombos y lancémonos en busca de la felicidad que solo el sufrimiento puede traer. Y chicas desnudas.
Puedo terminar el post aquí y nadie se quejaría.
Podría terminar el post aquí y nadie se quejaría.


El anime nos situa en Japón en un universo en el que los ataques de monstruos están a la par del día, esto es, el Japón de Hollywood. Nuestras tres queridas protagonistas, Silk, Vivienne y Tsubomi, se encuentran haciendo vida normal de estudiantes japoneses, tiendas y helados y risas y peinados imposibles, cuando, oh horror y desgracia, uno de los susodichos monstruos hace acto de aparición en la ciudad.

Teniendo algún extraño tipo de fetiche masoca por ir a observar de cerca monstruos sanguinarios que podrían matarlas a todas solo con mirarlas, las tres chicas se lanzan encantadas hacia él, poniendo sus vidas en peligro de forma heroica por el bien de la ciudad... o algo así. ¡Pero no hay nada que temer, porque llega el héroe de la ciudad, el amigo de los niños, el portador de la felicidad!

UFO-Man, que es como un Power Ranger gigante que aparece de la nada porque sí, cae desde los cielos dispuesto a impartir justicia y desterrar el mal y esas cosas que hacen los héroes. Con la mala pata de que aplasta a nuestras buenas mozas al aterrizar. Mecachis. ¡Pero no pasa nada! Porque por alguna razón que no nos explicarán jamás, las chicas despiertan en una especie de rio de Coca-Cola en el que UFO-Man les propone resucitar a cambio de convertirse en protectoras de la ciudad en su lugar, y las chicas aceptan con ilusión... hasta que llega el momento obligatorio en toda serie de chicas mágicas: la transformación. Ay, la transformación.

Para transformarse, nuestras chicas deben de tirar de un apéndice fálico que cuelga de una versión en miniatura de UFO-Man para que este derrame sobre ellas un líquido blanco que desintegra sus ropas, les da orejas de gato, nos da a nosotros planos detallados de sus pechos y entrepierna, y finalmente las hace crecer 15 metros. No me he inventado nada.
Ojalá me estuviese inventando algo.
Ojalá me estuviese inventando algo.

¡Pero no se vayan todavía, caballeros, aún hay más! Por alguna razón que no se molestan en explicarnos en ningún momento, la energía de las chicas está ligada a su ropa. Esto es: a menos energía, menos ropa. O, en terminos aún más sencillo: las chicas siempre se quedan sin ropa apenas dos minutos después de transformarse para darnos aún más planos que hagan babear a solitarios adolescentes del mundo. Ya el primer capítulo nos entrega planos del trasero desnudo de Silk a cuatro patas, siendo acosada por una especie de Godzilla de plástico gigante, antes de que, sin explicación ninguna, lance lucecitas y Godzilla explote. Y todos contentos.

Y esta es la trama general de la serie, o al menos la parte que importa. Aparece un monstruo, una de las chicas va a por él, se queda sin ropa, hacen planos varios a zonas femeninas con algún que otro chiste sexual de por medio, y matan al monstruo. Lo cual es un chiste sexual por si mismo. Todo monstruo tiene un punto débil y solo puede morir si se lo rompes. De forma absolutamente inesperada e hilarante, todos están en la entrepierna. Lo cual nos da imágenes como esta. Y si, es un hombre-tren.
Encima estaba pensando en el chico que le gusta mientras lo hacía.
Encima estaba pensando en el chico que le gusta mientras lo hacía.

Ancestrales tácticas de batalla como "te pongo la mano aquí y casualmente la muevo arriba y abajo" o "te agarro aqui y lo pongo entre mis pechos" son usadas con ferocidad por estas terribles guerreras en su eterna guerra contra los monstruos.
Respecto a las guerreras en sí, la caracterización es mínima, más allá de conseguir motes que ellas mismas acaban usando en lugar de sus propios nombres: Silk es "Tetitas", Vivienne es "Tetona" y Tsubomi es "Loli". Todas tienen su propio estereotipo (Silk es la tímida pero poderosa, Vivienne la seria y responsable, y Tsubomi la alocada y valiente), pero ninguna de ellas avanza más de ahí, apenas hay desarrollo de personaje, pese al intento de una trama romántica entre dos de ellas y el hermano de la otra, a la que no se le da el tiempo en pantalla suficiente ni la atención apropiada como para que cree algún tipo de conflicto entre ellas. Algo que en otras series se ha repetido hasta la saciedad, con el ya conocido "hay una amenaza pero ellas no quieren luchar juntas" pero que aquí pues no se les ocurrió.

No queda mucho más que decir. Es una de esas series que podrían ser buenas, pero no.  Se queda a medio camino entre la parodia y la seriedad creando... una cosa rara. Una cosa rara con un montón de pechos. Y a todos nos gustan los pechos.
Tengo que admitirlo: esto me hizo algo parecido a gracia.
Tengo que admitirlo: esto me hizo algo parecido a gracia.

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