domingo, 31 de mayo de 2015

Soujuu Senshi Psychic Wars - Doctor Whoku

Monjas. Monjas por todas partes.

1991.
OVA.
50 min.
Producido por: Toei Animation.
Ukyo Rettsu, un cirujano, opera a una misteriosa anciana de un extraño "cancer". El tumor resulta ser un mensajero del antiguo pasado de Japón anunciando una invasión demoníaca de la Tierra. Ukyo debe viajar atrás en el tiempo y derrotar a la raza de demonios.

¡Resucitamos el blog con una absoluta obra maestra de lo audiovisual! ¿Donde más podéis leer el concepto "cirujano que viaja en el tiempo y lucha contra cánceres y demonios"?
(Vale, es posible que acabe pasando en Doctor Who. Dadle otros cincuenta años y veréis)
Lancémonos en esta aventura de personajes con carisma (no), una trama fascinante (menos) y monjas místicas voladoras (de eso si).
Yo tampoco, muchacho. Yo tampoco.

Comenzamos en Osaka, donde una voz mística nos anuncia una profecía acerca de un demonio malo maloso de hace 5000 años vendrá a destruir el mundo. Y a una niña se le explota un globo. Es un drama todo.

Saltamos repentinamente (y acostumbraos a esto porque las escenas cambian continuamente todo el rato sin transición ninguna) a un quirófano, donde nuestro héroe, el doctor Ukyo Retsu, a partir de ahora el Doctor, y su interés amoroso barra enfermera, Fuyiko, a partir de ahora Fuyiko, trabajan duramente para operar a una anciana a la que, según descubrimos gracias a un flashback, ha ido al médico porque está poseída el demonio, que es algo que te puede solucionar el médico porque Obamacare lo está petando fuerte.

La operación es un éxito, todos felices, y tras sacarle a la pobre anciana un tumor del tamaño de una bola de bolos, y un par de conversaciones sin sentido en los pasillos entre nuestros dos protas que son maravillosas por el hecho de que ambos actores de voz recitan las líneas con tono de "Por qué estoy tirando mi vida en esto", de repente sin razón específica el Doctor está en mitad de un bosque.

"S-Senpai..."
Tras achacar el hecho de que hace mucho viento a que una entidad maligna le acecha, que es algo que hemos pensado todos alguna vez cuando hace biruji, el Doctor entra en una casita, que igual es la suya o una choza okupa porque, una vez más, las motivaciones de los personajes aquí son inexistentes, y se abraza a una estatua que suelta lucecitas.

Se monta una tormenta del copón durante la que pasan cosas que no se ven porque la pantalla está básicamente negra con algún que otro destello, y llega EL MOMENTO. Nuestro héroe, nuestro querido Doctor de buen corazón...
"¡Por el poder del prisma lunar!"
...se convierte en una especie de gusiluz con bata que oye voces místicas y alucina con monjas mientras se derrumban cosas a su alrededor.
Ahora nuestro héroe tiene poderes chachimísticos, como se puede deducir del hecho de que brille y de que haya obtenido una nueva música que suena cuando está en pantalla, y ahora puede dedicarse a hacer esas cosas que hacen los superhéroes por el bien de la humanidad.

Como pegarle puñetazos a un tumor volador.
IT'S THE EYE OF THE TIGER
Mientras sucede la pelea más extraña de la historia del anime, oímos fragmentos del diario de la señora mayor (que por cierto ha cascado) que habla de una futura catástrofe a manos de demonios y de un elegido que está destinado a destruirlos, y el Doctor decide unilateralmente que él es el elegido para hacerlo. Porque... se le ha caído una casa encima... y ahora brilla... y le pega puñetazos a tumores. Son los clásicos criterios de elección de superhéroe.

Volvemos a cortar de golpe a una extraña mezcla de secuencias, en la que vemos a Fuyiko esperar fuera de un edificio, al Doctor y a Fuyiko bajar por unas escaleras, al Doctor y a Fuyiko dentro del edificio siendo atacados por estatuas que disparan rayos laser, y al Doctor y a Fuyiko bajando otra vez las escaleras sin señal ninguna de que haya pasado nada fuera de lo común.
Mi teoría personal es que esta peli la animaron seis personas distintas, cada una desde una punta del mundo y sin hablar entre ellos en ningún momento. Es la única explicación que le encuentro.

Así de golpe y porque sí, porque ya llevamos un cuarto de hora y tienen que pasar cosas, aparece un demonio, que es como un ogro gigante, y nuestro Doctor, que ya se pasa las violaciones de copyright por el fonendoscopio, se dispone a luchar contra ellos de la única forma en la que te puedes preparar para pelear en un anime:
"¡Va por ti, Goku!"
Comienza una pelea de planos que se repiten continuamente y en la que descubrimos que ahora el Doctor puede crear espadas y lanzas de la nada porque por qué no, y aún así el demonio le está pegando una paliza considerable hasta que Fuyiko le mira fijamente y el demonio explota.
Esto es: Doctor mágico 0, enfermera a tiempo parcial 1.

Otro salto temporal hasta la universidad de Kyoto, donde el Doctor y Fuyiko hablan con un señor calvito con voz de anciano fumador que les dice que hace 5000 años no existían las clases sociales.
Y ya. Ahí acaba la escena.

Saltamos a un sitio en mitad de un monte, donde el Doctor y Fuyiko están acampando (tras un flashback en el que se besan, que sería mono si hubiesen tenido más de dos lineas de diálogo juntos) y hacemos otro flashback a la escena inmediatamente anterior, en la universidad de Kyoto, en la que esta vez se nos dice que sí que había clases sociales hace 5000 años.

Voy a repetirlo para que aprecieis la maravillosidad de esta obra: hemos hecho un flashback una escena hacia atrás, para ver que lo que nos habían dicho en esa escena es mentira.
Yo estoy llorando ya.

El Doctor se aleja temporalmente del campamento, el tiempo suficiente para que secuestren a Fuyiko, y cuando este se mete en una cueva para tratar de encontrarla, de repente se encuentra metido en el opening de Doctor Who.
Pinchad aquí y comparad.
Tras encontrarse en mitad del vórtice a unas monjas cabeza abajo, el Doctor se encuentra en mitad del pasado.
Sabemos que es el pasado porque todo tiene un tono sepia.
Tras OTRO momento supersaiyan en el que esta vez su ropa se hace trizas y todo, y una lucha exageradamente tediosa contra un ejército de demonios, el Doctor se mete en mitad de un lago, donde vuelve a ver a las monjas, que le dicen que ha de derrotar a los demonios en el pasado para preservar la integridad de la linea temporal. Moffat: toma nota.

Nuestro pizpireto Doctor encuentra a Fuyiko colgada en un poste y desnuda por alguna razón y se lanza con valentía, con energía y volando, porque ahora puede volar, a salvarla, pero cachis la mar, Fuyiko en realidad es un monstruo disfrazado al que el Doctor primero golpea en la entrepierna (que siempre es gracioso) y luego, tras ver a las monjas one more time, le arranca el corazón de forma muy gráfica y muy gore, pese a lo cual en la escena siguiente se está alejando tan feliz sin heridas ni manchas de sangre ni nada. Hasta el filtro sepia se ha ido.

Nuestro héroe llega a una casa que brilla mucho en la que hay una reunión de demonios, y nos enteramos de que su malvado plan es convocar al dios demonio del cielo y cambiar la linea temporal a su favor para dominar el mundo. Si seguimos con las metáforas de DW, estos son Daleks pero con menos carisma.

El Doctor hace explotar la casita, pero varios demonios consiguen teletransportarse al futuro, y vemos como tienen pulseras que hacen explotar coches y sembrar el caos general, mientras Fuyiko los observa desde su casa mientras se peina.
Ya sabéis, Fuyiko, la que había sido secuestrada en el pasado. Que ahora por alguna razón está de vuelta en el presente. Peinándose. Como si la cosa no fuese con ella. Solo llevamos media hora de película y al guionista ya se la sudaba todo.

El héroe vuelve también al presente, y tras arrollar con un camión cisterna a los ogros que una escena antes eran capaces de hacer explotar coches pero ahora no son capaces de quitarse de delante de un camión, y de alejarse como si nada mientras la ciudad arde por su culpa, tenemos una escena de folleteo gratuita entre el Doctor y Fuyiko que corta a un plano con florecitas y monjas, que informan de que aún hay demonios sueltos. Eso tiene que cortar el rollo fijo.

Nuestros protas tienen una feliz conversación en coche que se resume en lo siguiente:
"-Ya hemos matado a todos los demonios, ¿no?
-Sí.
-Pues a lo mejor si nos hubiesen dominado a todos ahora el mundo sería un lugar mejor.
-Es verdad." 
y, tras defecar en la trama en cuatro frases, se van al templo familiar de Fuyiko, porque Fuyiko tiene un templo familiar, en la que se nos revela que, oh dolor y destrucción, Fuyiko es la reina de los demonios y la mala malosa por excelencia.

Fuyiko invoca al dios demonio, pero las monjas aparecen y lo destruyen tirando canicas, y tras dos minutos de (otra) pelea insulsa, el Doctor mata a Fuyiko, que le dice que le quiere y tal, y el mundo es salvado.
"¡Soy alérgico a los juguetes de los 90!"

Y, para tener un final feliz, una de las monjas le dice al Doctor que vaya a casa de Fuyiko, que ella le está esperando ahí porque se ha reencarnado... de forma mágico mística... por el poder de Greyskull. O algo así. A estas alturas a mi ya me vale todo.

Y eso ha sido todo, gracias al cielo. Y ahora tendría que anunciar cuando sería la próxima entrada, pero puesto que el plan inicial era "dos por semana" y la última la escribí en agosto del año pasado... sorpresa, que es más bonito.
Esta imagen, fuera de contexto, es maravillosa. Dentro de contexto es una mierda.

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